Tras la tercera de temporada de Call of Duty Mobile, centrada en Tokio, llega la cuarta, cambiando completamente de contexto y situando la acción en el Oeste (una vez más, como ocurriese en la temporada 6 de la anterior edición). La trama argumental avanza y el bando de los buenos, la resistencia, continúa sus esfuerzos para detener a los Cinco Caballeros, aunque, para ello, primero tendrán que descubrir la identidad del quinto integrante, un gran misterio que promete darnos grandes sorpresas.
Nuevos modos y mapas que harán nuestras delicias
Siguiendo este hilo, en esta nueva entrega tendremos algunos eventos relacionados como el especial de temporada “Persecución a mediodía” y el modo multijugador “Duelo 1c1” (probablemente ambientado en el escenario “Saloon”). Como novedades, también en multijugador, tendremos Shipment 24/7, con modalidades de Duelo por Equipos, Punto Caliente y Dominación. Como escenario nuevo: Dome; un mapa desértico con diversos niveles, ideal tanto para el cuerpo a cuerpo, como para elegir un lugar privilegiado y aprovechar nuestras dotes como tirador a distancia.
De cara al Battle Royale, de momento pocas novedades: hasta ahora aparecen la opción de Clásico, Blitz, Desafío de Francotirador y Guerra, aunque seguramente es cuestión de tiempo que tengamos a nuestra disposición el modo Alcatraz de nuevo. Y sería fantástico poder volver a jugar a la Guerra de Tanques, un evento que apareció hace algunos meses y que aportó grandes dosis de diversión por su originalidad: recolectar piezas de tanques por equipos para montar uno de esos acorazados y poder librar una batalla entre grupos.
Sorpresas en los personajes y armas más que interesantes
Respecto de los personajes nuevos, la gran sorpresa vino un par de semanas antes del lanzamiento de esta nueva temporada, con la aparición, nada más y nada menos, que de John Rambo y de John McClane; sí habéis leído bien: los protagonistas de Acorralado y La Jungla de Cristal, dos peliculones de los 80, están disponibles ya en nuestro juego favorito. Por otra parte, también contaremos con un clásico de Warzone y Modern Warfare: se trata de Morte. Lo cierto es que nos gustaría que se fueran incorporando otros personajes a esta versión móvil, como Danny Li, apodado Blackjack, como el juego que hoy encontramos online, y que es un clásico de Black Ops, o Rachel Kane, de la misma saga.
Y vayamos con un punto fuerte de todas las actualizaciones: las armas. La Holger 26 es una ametralladora ligera potente y equilibrada; la hemos podido probar en Battle Royale desde el inicio de la temporada y funciona muy bien. También en BR hemos tenido la ocasión de degustar el nuevo rifle MK2, un fusil de poca cadencia, pero potente y de gran alcance. Como arma secundaria, tras la pala y el bate, llega la Hoz, una suerte de picoleta ideal para el cuerpo a cuerpo.
Por supuesto, diversos skins nuevos para armas de siempre, como la KN-44, de la que tendremos una versión especial por el nuevo Campeonato, la muy tentadora Razorback Boreal Aegis o la M4 Spurred, customizada para el tema de la temporada: el salvaje Oeste. Y dichos skins también estarán disponibles para los vehículos de Battle Royale (donde destaca el Snowboard Sand Storm), así como nuevas tarjetas de visita y muchas opciones de personalización de personajes y armas de nuestro arsenal.
Desde su lanzamiento a finales de 2019, Call of Duty Mobile se ha convertido en un juego para dispositivo móvil que atrae a miles de jugadores alrededor del mundo. Y aunque ha dado algunos problemas técnicos en ocasiones, de los que os hemos intentado dar opciones para subsanar, lo cierto es que sus frecuentes actualizaciones y nuevas posibilidades y eventos lo han convertido en un gran juego con altas dosis de emoción, haciéndole cada vez más sombra a otras opciones como el Fortnite o el, a priori todopoderoso, PUBG. Ahora mismo, tenemos todavía varias semanas por delante con esta nueva temporada, pero la trama argumental avanza de forma emocionante y los nuevos modos y eventos van apareciendo, de forma que no va a haber manera de aburrirse ni de dejar de preguntarnos: ¿qué vendrá a continuación?