Consejos para una compra acertada
Vivimos en una sociedad en la que el teléfono móvil es una herramienta indispensable; sin embargo, hay ocasiones en las que no se cuenta con los conocimientos suficientes para determinar con seguridad si éste cumple verdaderamente con las expectativas, y si su relación calidad-precio es óptima.
A continuación, se incluyen una serie de consejos a tener en cuenta en el momento de comprar un nuevo móvil e, incluso, comprender todas las funcionalidades que quizás no conocías de tu teléfono actual. No te convalidarán el graduado en ingeniería informática, pero, contarás con conocimientos básicos como son los núcleos del procesador o las celdas que tiene una batería, todo pensado para sacar el máximo rendimiento a tus dispositivos.
¿Qué móvil estás buscando?
Lo primero que debes saber es qué tipo de móvil necesitas, no todo el mundo tiene las mismas opciones y necesidades, por lo que el dispositivo que adquieras debe de estar enfocado al uso que le vayas a dar.
Por ejemplo, una persona que trabaja con el móvil necesita un producto con un sistema de seguridad avanzado, con una batería de gran tamaño y que acepte los diferentes programas y aplicaciones que necesite para trabajar.
Hay marcas como Xiaomi que adaptan todas estas características en sus productos, con el fin de garantizar comodidad y una excelente experiencia como usuario.
Por otro lado, cabe la posibilidad de preferir un teléfono móvil para uso cotidiano, de modo que primarán otras preferencias como serían una cámara de gran calidad y un procesador de mayor potencia para jugar o utilizar diferentes programas a la misma vez.
Los componentes, ¿qué es verdaderamente útil?
Lo principal a la hora de buscar, es conocer los componentes y sus funciones. Después de leer estos consejos podrás comprar móviles a buen precio sin depender de nadie.
La pantalla es un elemento importante a la hora de elegir, ya que elegir una pantalla grande (de unos 5,5 pulgadas) puede dificultar el uso con una sola mano o el transporte del mismo dispositivo, en cambio son mejores para ver vídeos o jugar a videojuegos.
La calidad de la pantalla también es algo que tenemos que tener en cuenta. Aquí deberíamos partir de una pantalla con una calidad mínima de Full HD, pero tampoco es necesario llegar a móviles con 4k ni calidades tan potentes. De hecho existen modelos con una calidad muy alta en la pantalla o en su misma cámara, que acaban dando problemas, ya que el procesador está expuesto a un trabajo muy intenso y constante por culpa de un diseño erróneo.
Es más importante tener una pantalla con un brillo de buena calidad, esto te permitirá utilizar tu teléfono móvil cuando hay demasiada luz y la calidad de los colores será mucho mejor.
Volviendo al procesador, podemos hablar de dos elementos; los núcleos y la velocidad del procesador. Los núcleos se dedican a ejecutar tareas para el teléfono móvil, lo normal es que se incluyan en pares desde dual-core (cuatro núcleos) hasta octa-core (ocho núcleos). La velocidad de reacción del procesador se mide en GHz (Gigahercios) y sirve para medir la velocidad en la que los núcleos procesan los elementos.
Existen modelos que, por ejemplo, pueden tener cuatro núcleos dedicados con una velocidad de 2.8 GHz y otros cuatro de 1.7GHz, como el Snapdragon 845. Esto es útil ya que permite tener un procesador asequible y de calidad, el cual puede procesar tareas muy potentes puntualmente pero a un precio más asequible.
La cámara es importante, pero deberías ignorar los megapíxeles. Es más importante buscar cámaras con una apertura menor y con mejoras como podría ser una doble cámara o un estabilizador de la imagen.
Para la batería es sencillo, cuanto más grande mejor, especialmente con un móvil grande. Las pantallas y procesadores grandes requieren mucha energía y si elegimos incorrectamente nuestro teléfono móvil, podemos acabar comprando un producto de calidad que a las pocas horas acabará apagándose. Y sinceramente, está bien comprar baterías externas y añadidos, pero si vas a comprar un terminal nuevo aprovecha y busca una buena batería que no te obligue a cargar con todos los accesorios las 24 horas del día.
Un teléfono con 10 horas de batería, como mínimo, sería lo recomendable para cualquiera. Aunque, si trabajas con él, deberías plantearte buscar algo mayor.
Cuando hablamos de almacenamiento, podemos hablar de nubes, tarjetas y demás elementos pero lo que realmente necesitas es que el mismo teléfono disponga de, por lo menos, 32 gigabytes, ya que las tarjetas de memoria pueden ser reemplazadas. Además, las aplicaciones en Android se instalan en la memoria del teléfono, y con el tiempo los diseñadores están creando cada vez aplicaciones más pesadas, (no quieres que tu móvil quede obsoleto tan fácilmente.)
Cuidado con los extras
Ahora sólo tienes que pensar en lo que tú necesitas. Piensa en cuánto utilizas el móvil, cómo lo utilizas y dónde lo utilizas. Si tu perfil es gamer o profesional; si necesitas que tu móvil sea impermeable o no.
Existen muchísimos extras y añadidos diferentes que pueden ayudarte en el dia a dia con tu teléfono, tanto botones con lectura de huella dactilar o incluso giroscopios, que le aportan al móvil información externa a partir de elementos como pueden ser el tacto o el equilibrio.
Pero que esto no te nuble, ya conoces para qué sirve lo básico y no querrás sacrificar parte de tu memoria o de la calidad de tu pantalla sólo por poder desbloquear el teléfono más rápidamente. Recuerda analizar y comparar las características de varios móviles que cumplan con tus necesidades, pero no seas caprichoso/a.
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