Muchas personas no son conscientes de que para que una nueva batería de portátil alcance toda su capacidad es necesario llevar a cabo una serie de pasos previos. En el caso de que este proceso no se haga correctamente, es más que probable que la batería no llegue a funcionar a pleno rendimiento nunca más y por tanto perdamos una gran cantidad de mAh (miliamperios) desde el primer día.
Si tienes un laptop y acabas de sustituir tu batería por desgaste, es necesario llevar a cabo una serie de pasos antes de poder utilizarla con normalidad. Entre esos pasos se encuentra el modo de carga de la batería, que ha de ser un tanto más delicado que de normal.
Cargar una batería nueva por primera vez
Cuando se compra una batería hay que tener cuidado sobretodo las primeras veces que se carga, ya que de no llevar a cabo correctamente los pasos, nuestra batería no utilizará nunca más todo el potencial y además esas malas primeras cargas pueden afectar a su rendimiento posterior y vida útil.
Las tres primeras cargas son fundamentales
- Las primeras tres veces que cargues la nueva batería de tu portátil no dejes que se descargue del todo. Lo normal es que la batería venga cargada entre el 60 y el 70% de su carga total.
- Lo que debes hacer es conectarla a tu portátil y dejar que se cargue del todo (al 100%), después desconecta el cable de alimentación y deja que se vaya descargando pero nunca del todo.
- Aproximadamente cuando le quede menos del 10% de batería restante apagar el ordenador del todo y conecta el cable de alimentación.
- Deja que la batería del portátil se cargue del todo sin encender el portátil, un proceso que puede costar entre 2 y 4 horas en función de la capacidad total de la batería.
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Debes repetir este mismo proceso dos veces más. De esta manera te estarás asegurando de que la batería se cargue al máximo y que al mismo tiempo no caiga por debajo del umbral mínimo, algo que en general deberías hacer siempre, ya que eso puede llevarte a que la batería pierda toda su capacidad.
A partir de ahí utiliza la batería de forma normal, utilizando habitualmente el cable de alimentación del portátil y desconectándolo de la red eléctrica cuando no puedas utilizar la red eléctrica.
El calor, gran enemigo de las baterías
El calor es el mayor problema al que se enfrentan las baterías en la actualidad, de hecho en la mayoría de ocasiones los problemas de calor terminan deteriorando de tal manera las baterías que dañan las pilas de su interior precipitando su desgaste.
Para que las baterías funciones correctamente la temperatura no debería exceder demasiado de los 40 grados ni situarse tampoco por debajo de los 5 grados. Es por ello que una temperatura de 30 grados sería la ideal. Cuando el portátil está encendido genera más calor, de ahí que sea aconsejable cargarlo apagado en las primeras tres veces. De todas formas, intenta mantener el portátil en un lugar donde no se caliente demasiado y vigila la temperatura del mismo, ya que temperaturas superiores a 70 grados suelen terminar afectando a la batería y otros componentes, lo ideal es que la temperatura del portátil se mantenga entre los 40 y los 60 grados de máximo.
A veces será suficiente con abrir el portátil y limpiar el ventilador de la CPU para que la temperatura baje considerablemente. En otros casos utilizar una base refrigeradora si no vas a mover el portátil del escritorio también puede ser una medida que te ayudará a que tu laptop dure más años y funcione mejor.
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